...Te dejo...

En tus manos esta mi corazón,
Te dejo mis sentimientos,
Mis lágrimas de sal,
Y pongo en tu oído mis palabras indecibles.

Quiero darte todo lo que tengo,
Dejar que sientas quien soy,
Y sepas, hasta donde puedo llegar,
Por mirar, un segundo
Mi reflejo en tus ojos.

Dejo en tu alma,
Mi luz,
Te dejo estrella mía,
Para que sigas guiándome.

Lentamente, me arrojo a tus brazos,
Tu calor arrulla mi sueño,
Y tejes mis sueños, con tus palabras,
Con esas caricias que callas.

Mi alma te grita,
Te lo dicen mis labios,
Cada vez que responden tus besos.

Siente como mi corazón te extraña,
Cada vez que me voy y te vas,
Y que tus labios me roban el aliento,

Con una mirada,
Capturas mi alma un instante,
Me llevas contigo,
Me tienes entre tus labios y tu corazón.

Las huellas de tus labios,
Arden cuando estas tan lejos,
Que no puedo escuchar tus manos,
Diciendo esas caricias que callas.

Deja que lentamente
Tus labios digan cuanto me extrañan,
Y tus manos se despidan de mi piel,
De mi alma…

Te dejo, entonces,
Todo lo que tengo, lo que soy,
Te dejo el amor que tengo,
Y el alma, en un solo beso.

En una sola caricia,
En una mirada dulce,
Amarga, profunda,
Y llena de lágrimas de sal,

Con pedazos de mi alma,
Reflejos de las sonrisas que me das,
De esos labios que alegran
Y miradas que hipnotizan.