Quieres hacer tuyas mis lágrimas,
Esas lágrimas de sal,
Que curan las heridas,
Y saben sabiamente sanar el alma.
Esas que a veces ruedan
Por mi mejilla,
Se atoran en una sonrisa,
Se quedan en mis labios…
Quieres hacer tuya mi historia,
Que no ha sido siempre recta,
Y tiene sus recovecos,
Sus túneles y callejones.
Te regalare
Mis ojos, que han visto mundos extraños,
Que han llorado mares y ríos,
Y saben ver más allá del cuerpo.
Que dicen todo por si solos,
Hipnotizan,
Que llaman a mirarlos.
Llevate de una vez mis labios,
No ocupan mucho espacio
Esos que hablan con palabras indecibles,
Con besos furtivos y apasionados.
Y que han hecho heridas profundas…
Dejo que te lleves también mi piel,
Suave, flexible y fría.
Que a veces arde de pasión,
que suele doler porque no estas cerca…
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